Como Enseñar a un Perro a Suplicar

Dos Perros Suplicando

Muchos perros aprenden por sí solos este truco. Sus dueños se atribuyen humildemente el mérito, pero la verdad es que al animal no le importa lo más mínimo.

Para llevar a cabo esta destreza, la posición es lo más importante. El perro debe aprender a sentarse correctamente sobre los cuartos traseros. Igual que una casa se construye a partir de los cimientos, esta habilidad debe trabajarse sobre la base de los cuartos traseros. Algunos perros intentan hacerlo con el lomo arqueado, pero no es lo deseable, y lo más probable es que se cansen en seguida.

¿Cómo se puede conseguir que un perro se siente erguido si no lo hace de forma natural? Usted tendrá que aprender a manejar la correa como un experto. No debe ejercer tanta presión como para amordazar al perro, pero tampoco una presión leve que haga abandonar la posición SENTADO ERGUIDO. La coordinación y el tacto son aspectos muy importantes. Se trata de que el perro apoye bien el cuarto trasero en el suelo, que el peso del tórax descanse sobre el cuarto trasero y que pliegue las patas delanteras sobre el pecho para no perder el equilibrio. Si lo miramos de lado, el lomo debe estar recto (ni en forma de “s” ni como la torre de Pisa). No permita que extienda las patas hacia delante en busca de un punto de apoyo, pues lo que haría sería inclinar su peso hacia delante y perder el equilibrio.

En este ejercicio puede utilizar dos apoyos distintos. Sitúe al perro en una esquina y vaya levantándolo poco a poco con la correa atada al collar de ahorque. Al estar apoyado contra la pared, se sentirá mas seguro. Y usted también. Al menos sabrá que no se va a caer de espaldas. La segunda posibilidad es mejor, porque permite practicar el ejercicio en cualquier sitio. Usted mismo puede ser el punto de apoyo para que el perro no se caiga hacia atrás. Con el perro sentado, colóquese justo detrás de él, con los pies al estilo de Charlot, talones juntos y dedos hacia fuera. Sus pies deben estar pegados a las patas traseras del perro, de forma que sus piernas sirvan de apoyo al lomo del animal. Desde esta postura podrá tirar fácilmente de la correa hacia arriba. A usted no le molesta ninguna pared y el perro se siente seguro con el apoyo de sus piernas. Además, usted se encuentra en una postura ideal para plegarle las patas delanteras sobre el pecho y acariciarle como recompensa por el trabajo bien hecho.

Con cualquiera de las técnicas descritas, un buen resultado dependerá de la postura correcta de las patas traseras, el tórax, las patas delanteras e incluso la cabeza del perro. Esto, junto con la presión justa de la correa en el momento adecuado, permitirá que el perro no pierda el equilibrio mientras yergue su postura. Cuando vea que empieza a entender el ejercicio y a aprender la nueva orden, ofrézcale un trocito de queso para que se siente erguido. Ahora podrá empezar a incrementar el tiempo que permanece en la posición SENTADO ERGUIDO: háblele mientras le hace esperar el momento de obtener su sabrosa recompensa.

Fuente: Trucos Caninos, Capitán Artur J.Haggerty y Carol Lea Benjamin

1 comentario en “Como Enseñar a un Perro a Suplicar”

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